Alejandro Manrique G.
La inteligencia autónoma computacional desde los inicios de la tecnología ha sido una de las grandes incógnitas de la ciencia electrónica. Sin embargo ahora pareciera que todas esas trabas que se habían presentado a lo largo de la era tecnológica quedaron atrás, ahora estamos entendiendo a las “maquinas como organismos casi sistémicos que pueden ser programados para ejecutar, elaborar y solucionar problemas, este tipo de niveles de inteligencia están determinados en relación a que tan grande es el problema que se le planteo.
Por otro lado es bastante interesante como casi por un conocimiento empírico fue que los científicos e investigadores de este tipo de sistemas artificiales empezaron a darse cuenta que este tipo de elementos eran capases de relacionarse con el proceso cognitivo humano o por lo menos hacer un paralelo de cómo serian estas funciones si se enfrentaran la maquina con el hombre. A partir de eso encontramos un concepto bastante importante que es el “cortex” es esa corteza donde ocurren todos los estados de información cognitiva y que hacen posible la solución de problemas a partir de una interfaz y recreación de los sentidos y el estado alterado.
Ahora bien, todos estos descubrimientos y avances en la tecnología han hecho grandes aportes a la humanidad, pero la gran problemática es que le depara a la raza humana si esta misma crea organismos artificiales capaces de comportarse como uno natural, las relaciones interpersonales y artificial tendrían un vuelco grandísimo a tal punto (en un caso hipotético) de no saber cual e real y cual no. Simplemente nos queda por preguntarnos, ¿realmente es importante crear organismos autónomos artificiales? ¿Algunas vez tendrán autonomía propia no programable? ¡Qué pasa si se nos sale de las manos todo esto?
No hay comentarios:
Publicar un comentario