Rosalind w. Picard en su texto de Affecting Computing habla de la importancia de que los computadores tengan o muestren emociones en la retroalimentación con el usuario, ya que cada vez más son las personas que interactúal con un computador la mayor parte de su tiempo, y es frustante tener que trabajar con una máquina fría que no muestre reacción emotiva alguna.
Picard sustenta que si queremos que los computadores sean realmente inteligentes y efectivos deberían interactuar con nosotros de una forma natural, de una forma humana. La interacción que tenemos a diario con otras personas se ve caracterizada e intensificada por las reacciones emocionales que se muestren, ya sea una ligera subida de ceja o un pequeño brillo en los ojos. Y esto permite que la relación personal con el otro sea mejor. En cambio, cuando nos vemos en frente de una pantalla inexpresiva, cuadrada, plana, fría cada vez que tengamos una reacción emotiva del trabajo que realizamos a través de ella no se ve alimentada y la experiencia se vuelve una frustación.
Darle la capacidad a un computador, o robot en el futuro, amplía el vínculo que se ha formado entre el hombre post-moderno y la máquina llegando a crear una relación simbiótica donde las habilidades mentales del hombre se expandan más allá de sus límites conocidos.
Lina María Plata Chung
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